Días después de que las carreras de purasangre renacieran en Royal Ascot y desfilaran royals, aristócratas y personalidades británicas por el condado de Berkshire, los tocados vuelven a ser noticia. En los últimos días, repletos de eventos, son numerosas las invitadas de boda que han decidido devolver el protagonismo a estos accesorios en sus looks. Influencers y chicas con estilo se han ganado el beneplácito de los expertos y las redes sociales por su buen gusto al acompañar vestidos lisos con estas piezas. Desde las primitivas que en este 2021 se apuntaban a las pamelas en el enlace de Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart hasta las que el pasado fin de semana conseguían que su estilismo se hiciera viral. Triunfan los looks monocromáticos y los tocados de aires retro. Pero, ¿cómo se llevan estos complementos en el verano de 2021? He aquí las claves.
LAS HERMANAS DE LA NOVIA
En el gran día de una novia hay hueco para otros protagonistas. El padrino, la madrina, la madre de la novia y sus hermanos son elementos clave en la celebración y, sin llegar a epatar a la novia, pueden concederse licencias para destacar. Así lo hizo Clara (a la izquierda de la foto) en el enlace de su hermana, que confió en Mimoki y en su turbante con redecilla para completar un vestido de Cortana en color caldera. Y lo repitió Carmen (a la derecha de la imagen), su otra hermana, que completó un diseño de Marcos Luengo con sombrero de Nana Golmar.
EN TONOS PASTEL
“Impresionante” o “Diosa” son algunos de los comentarios que recibió la empresaria e influencer Paula Ordovás al publicar este look en sus redes sociales. La prescriptora de estilo confió en Jorge Redondo y su firma Redondo, una de sus marcas de cabecera, para que realizara a medida su vestido liso celeste con volante de tul y escote off-the-shoulders para la boda de una gran amiga. Sin duda la guinda del pastel la puso la pamela de Mimoki con redecilla incluida, con la que derrochaba buen gusto.
PINTADO A MANO
Ana Cristina Portillo, la hermana pequeña de Alejandra, Eugenia y Claudia Ortiz Domecq, hijas de Bertín Osborne, sorprendía hace unos días con un look de invitada elegante y muy personal. Para acudir a una boda en Sevilla elegía el color de moda, el naranja, en un vestido Maje y completaba con una pamela pintada a mano con flores por la diseñadora Lidya F. Díaz que daba luz y favorecía a su rostro.
MUY VIRAL
El estilismo de invitada más comentado hasta la fecha es el de Inés Domecq en la boda de los Condes de Osorno. Para la ocasión confió en el celeste de unos de sus diseños lisos de The IQ Collection, la firma que ella misma fundó y ahora cautiva a las mujeres de la aristocracia. Una diadema con nudo central y redecilla fue su elección para dar contraste al look, en el que tampoco faltaron un bolso de rafia de Bvlgari en formato mini y joyas de Roberto Coín.
CON CHALECO
De nuevo el naranja era protagonista en el look de la influencer Jessie Chanes. Una boda era el escenario en el que la prescriptora de moda apostaba por unas dos piezas de chaleco y pantalón liso, minimalista y versátil de la firma española Chiribita. Huyendo de los diseños retro y los tocados más elaborados, apostaba por un sombrero sin estridencias, el modelo Puebla de Raceu Hats, para una ocasión tan especial.
CANOTIER
Si desde hace cinco años era difícil encontrar un canotier entre los looks de invitada de las mejores vestidas, ahora parece que la tendencia regresa en su formato más minimalista y poco convencional. Sandra Majada, también conocida como Invitada Perfecta, se animaba, con la llegada de la primavera, a introducir un canotier negro de Cherubina a su vestido liso, camisero y rosa con lazada de Lady Pipa.
ORIGINAL
La boda de Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart desveló algunas de las grandes tendencias de la temporada entre las invitadas. Las hombreras, el largo midi o los tocados con detalles exclusivos son tres de las imprescindibles. Es esta última la que destaca en el estilismo de una convidada, que apostó por combinar un vestido mostaza con una pamela negra con naranjas disecadas, con lo que consiguió dejar a todos boquiabiertos.
MONOCROMÁTICO
Sin duda y frente a esas invitadas arriesgadas, ahora son muchas las que fusionan un vestido liso con una pamela o tocado a juego, en busca de un look monocromático. Elegante y clásica, esta opción la vimos en algunos de las asistentes a la boda de los Condes de Osorno. El mejor ejemplo se encuentra sobre estas líneas: una convidada con un vestido celeste y tocado celeste con plumas a juego accede a la ceremonia, junto a otra vestida al completo de rojo vino.
TRANSPARENTE
Monocolor, en verde oliva, fue también el look de esta invitada para la misma cita. Un vestido con volante y falda con movimiento y unos complementos acharolados contrastaban con un tocado en forma de flor, sujetado con una diadema, de material transparente. Las mangas largas y la falda midi hacían el resto: un estilismo elegante y diferente.
TAMAÑO XL
Invitada perfecta fue una de las novias del momento, Sofía Solano, días antes de su boda, en un enlace celebrado en el Castillo de la Monclova, Sevilla. A su vestido azul marino, liso con drapeado, de Fernando Claro, le añadió la importancia de un tocado negro de Cherubina. Quienes se han topado con ella en las redes sociales, solo pueden aplaudir la buena elección de la sevillana.
CONTRASTES
Amarillo y berenjena. Dos colores muy opuestos que funcionan en el look de Carlota, uno de los más aplaudidos del momento. Con pantalón ceñido y chaqueta con volantes, el conjunto de esta invitada es obra de la firma madrileña Encinar. De contrapunto a estas dos piezas, confía en el tono berenjena en unas sandalias con plataforma y una pamela muy sencilla, pero un básico del fondo de armario.
TOTAL, BLACK
¿Quién dijo que el negro no era apto para una boda? Los enlaces de tarde, que alcanzan hasta la noche, son celebraciones en las que este color tiene cada vez más presencia entre las invitadas. La diseñadora María Baraza se enfundó su propio mono negro, de escote asimétrico y con plumas para un enlace en Madrid. El look no habría podido ser igual de impactante si no hubiera estado presidido por un sutil tocado tipo plato de Masario, cuidadosamente elegido.
