La búsqueda del look nupcial está marcada por numerosos referentes: iconos del cine que se vistieron de novia en películas para el recuerdo, influencers o celebrities de actualidad que marcan las nuevas tendencias e incluso royals que todavía hoy siguen inspirando a las prometidas. Descubrir esos estilismos mágicos pasa también por fijarse en sus detalles: del vestido al maquillaje, pasando por los accesorios y el siempre llamativo ramo de novia. Es este último elemento el que pone el broche final al conjunto y de su elección depende que el look se perciba como más o menos tradicional. Sus colores, sus variedades florales y, especialmente, sus formas pueden encajar con diversos estilos de mujer, pues en el diccionario de los tipos de ramo caben hasta seis términos, que recorren el viaje de los diseños más espontáneos a los más elaborados.
Es vital dejarse guiar por expertos para realizar la elección correcta, pero conocer las opciones facilita en gran medida el trabajo a todas las partes. “Nosotras siempre preguntamos a la novia qué valora más a la hora de elegir su ramo: la perdurabilidad, la necesidad de que incluya alguna flor en concreto, la gama de colores… Según su respuesta le recomendaremos un ramo u otro”, contaba María Sánchez, de Flores en el columpio a ¡HOLA! Novias. Aunque son muchas las que conocen las alternativas en cuanto a su diseño, quizá no sepan distinguir a qué estilo se asocian y por ello hoy descubrimos todas las posibilidades en nuestra guía ilustrada y con la ayuda de los looks más icónicos.
SI ERES UNA AMANTE DEL MINIMALISMO
Pensar en los looks de novia de Carolyn Bessette y Meghan Markle es viajar hacia el lado más minimalista de la moda nupcial. El primero de los diseños, de corte lencero, estilo años 90, tejido ligero y capaz de marcar la silueta estaba acompañado de un ramo en tonos verdes y blancos. La misma elección para el estilismo de la Duquesa de Sussex, con escote barco y ultrasencillo. Es precisamente la sencillez y la elegancia de los ramos de tallo largo lo que recomiendan los expertos cuando se busca construir un conjunto de esencia minimal. Generalmente compuestos por una única flor de un mismo color, es habitual que las flores elegidas sean rosas (en todas sus variedades), ranúnculos, girasoles, tulipanes, peonías o proteas.
SI LO TUYO SON AIRES BOHEMIOS
Basta con recordar a Kate Moss el día de su boda para comprender que un look bohemio está marcado por los encajes, los tejidos especiales, los aires silvestres y un punto artístico que enamora a los fotógrafos. Y para un estilo tan especial hay un ramo a la altura: el hoop bouquet (o ramo de aro en español). La que es una de las tendencias más especiales de los últimos años pasa por construir una media luna floral en torno a una corona (de bambú, madera o metal) que se sujeta con las manos. Su creación requiere de profesionalidad y pericia por lo que conviene que sea diseñada por un experto, para que aguante todo el día o incluso para siempre, si nuestra intención es conservarla como recuerdo.
SI ERES MUY CLÁSICA
Hay costumbres que no cambian y las novias clásicas lo saben. En su look siempre hay algo prestado, algo azul, algo viejo y algo nuevo y su ramo de novia prefiere seguir patrones tradicionales: en blanco, con pocos colores y elegante, que no quite protagonismo al vestido. En esos parámetros encaja el archiconocido bouquet un formato compacto y de estilo redondeado, suele estar compuesto por flores de temporada y rosas, habituales entre las novias. Algo que recomendaban las expertas de Búcaro Sevilla a ¡HOLA! Novias: “Como todo, hoy en día podemos conseguir cualquier flor fuera de temporada. A nosotras nos gusta aprovechar la flor del momento, siempre es más fuerte y está en su plenitud. No es lo mismo una peonía en marzo que en junio, que es su época buena… Lo mismo sucede con todas las flores”.
SI TE DECANTAS POR UN LOOK VINTAGE
Los estilismos de corte vintage son todo un viaje al pasado o bien por tejidos con historia o bien por vestidos de novia reciclados de madres y abuelas. Lucía, una de nuestras novias virales, contaba la emoción que suponía para ella tener parte de su historia familiar en un vestido: “Siempre he querido llevar encajes antiguos de mi familia. Me inspiré en las telas y encajes que mi abuela guardó con mucho cariño de nuestros antepasados. La falda además fue la enagua que llevó mi hermana debajo de su traje, cosa que también me hizo muchísima ilusión”. Para diseños así de originales, nada mejor que un ramo repleto de diferentes flores, cada una llamativa en forma, tamaño y color, capaz de construir un conjunto de estilo campestre y desigual muy atractivo. Hablamos del conocido como ramo lágrima, que destaca por su forma vertical, en la que sus flores caen en la zona inferior del diseño, huyendo de la concepción más perfecta de ramo.
SI ERES LA MÁS ROMÁNTICA DE TU GRUPO
Quienes elijan un vestido romántico para dar el ‘sí, quiero’ están de enhorabuena. La que es la tendencia floral por excelencia, el ramo estilo ‘berrry fest’, es la mejor sus opciones. Estos diseños, de inspiración silvestre, aportan naturalidad al look de novia, pues el efecto de que producen es similar al de las flores recién cogidas del campo. Aunque puede confundirse con el bouquet, debe diferenciarse en que los tallos en ese caso son irregulares (no todos deben estar a la misma altura), intervienen más variedades florales y suelen atarse con elementos muy visuales, menos habituales en un diseño tradicional (como cintas con medallas, terciopelos o tejidos orgánicos).
SI TE IMAGINAS COMO UNA AUTÉNTICA PRINCESA
Diana de Gales convirtió en tendencia uno de los diseños florales más difíciles de llevar en el gran día. Junto a su look palaciego, obra de David y Elizabeth Emanuel, destacaba un gran ramo tipo cascada que alcanzaba sus rodillas, realizado por el florista Doris Wellham. Es precisamente este estilo el que más convencerá a quienes desean casarse con un vestido de corte princesa, como si de una boda de la realeza se tratara. Sus flores suelen ser de esencia clásica y, conforme van cayendo, van disminuyendo en cantidad, algo que produce el efecto al que debe su nombre.