Un maquillaje de novia ideal para cada tipo de rostro: las claves de los expertos

Ser el artífice del look de belleza de una novia es toda una responsabilidad, un arte en el que se debe estar pendiente de todos los detalles. Además del peinado con el que la prometida se vea favorecida, el maquillaje es la herramienta más poderosa para dar luz su rostro y potenciar su mejor versión en el gran día. Por ello, la pregunta a la que todas buscan respuesta es cómo acertar en clave beauty ante un acontecimiento tan importante. ¿La respuesta? Según las novias españolas, en la naturalidad está el gusto, y evitar los tonos estridentes y el efecto más artificial es primordial. Los expertos coinciden, y añaden, además, otro factor que debería tenerse en cuenta: las facciones. Porque no es lo mismo un rostro redondo que uno cuadrado, seis de los make up artists nupciales mejor valorados nos desvelan los secretos para estar radiantes en el ‘sí, quiero’.

Ante un maquillaje de novia, tanto el producto como su aplicación influyen en el resultado. Afirman los profesionales que, si bien pueden ofrecer algunas indicaciones y técnicas para sacar partido a los diferentes rasgos femeninos, cada rostro es un mundo y lo más relevante es que la protagonista se sienta cómoda con el look. No obstante, el primer paso suele partir de un reconocimiento de la situación: cómo se maquilla la novia a diario y en ocasiones especiales, qué le gusta, qué ha encontrado en sus redes sociales y qué peinado le interesa. A partir de este punto, los maquilladores pueden mostrar una o varias opciones que sirvan de base para esa prueba de maquillaje previa al gran día.

ROSTROS CUADRADOS

Los rostros cuadrados, con líneas marcadas y ángulos afilados, deben tener en cuenta algunos trucos de maquillaje, tal y como indica la reconocida Yael Maquieira. “Lo más importante para maquillar un rostro cuadrado es suavizar sus facciones. Para ello, vamos ayudarnos con la famosa técnica del contouring. Es importante saber que lo oscuro hunde y lo claro realza”, introduce la experta. Son dos las claves que se deben tener en cuenta al idear su look de belleza: aplicar el producto de forma sutil, dado que es un maquillaje nupcial y contornear con un tono más oscuro que la base habitual. “Yo suelo hacerlo con una base más «oscurita» y reforzarlo con los polvos de sol. Lo aplicaremos en la zona de la mandíbula y en las sienes”, explica.

Apunta Yael, además, que en estos casos pueden ser de ayuda los puntos de luz en la mirada, ubicados en el arco de la ceja y el lagrimal. “También hay que tener en cuenta la forma en la que apliquemos el colorete, pues lo ideal es aplicarlo en vertical, pero sin llegar a la sien. Y, además, en cuanto al diseño de cejas es muy importante que tengan un poco de ángulo, que no sean rectas ni redondas”, indica. Concluye recomendando a estos rostros cuadrados dar más importancia a los ojos frente a labios con un labial «clarito», para evitar destacar la mandíbula.

ROSTROS ALARGADOS

Para María Rodríguez de la Borbolla, lo principal a la hora de maquillar un rostro es siempre conocer los puntos fuertes y débiles de la novia en cuestión y preguntar si existe algún complejo. “Cuando encuentro un rostro alargado lo primero que hago es estudiar los volúmenes que necesito crear y suelo dar unos toques de oscuridad para ir creando la armonía deseada en el rostro”, concede la maquilladora. Al igual que Yael, María recomienda el countouring como herramienta para potenciar y disimular, aunque empleado de forma diferente. “Los puntos a oscurecer serían la parte alta de la frente, para que parezca más estrecha y la barbilla o mentón para hacer la cara un poco más redonda, para crear ese aspecto anguloso”, aconseja.

Confiesa la experta que le encanta oscurecer los pómulos en su zona más alta con el fin de conseguir uniformidad: “y crear un efecto óptico muy alejado del aspecto alargado original”. En cuanto a los puntos de luz para estas facciones, los centra en la frente, la nariz y en el área más redonda del pómulo (también conocida como ‘manzanita’): “y dejo el colorete para la zona media del pómulo, consiguiendo con esto terminar de definir el aspecto anguloso que buscamos”. Para ella elegir entre potenciar ojos o labios es difícil: ambas zonas son favorecedoras y deben decidir las propias novias.

ROSTROS CORAZÓN

Recuerda Eva Villamar que no es tan importante modificar la estructura ósea de las novias como resaltarla: “porque quiero que se sientan hermosas dentro de su propia piel”. La maquiladora, que se mueve entre Galicia y Madrid, es también una experta en peinado: “este es un gran aliado para completar el visagismo (recordemos que nació con la peluquería, no con el maquillaje)”. Por eso al pensar en los rostros con forma de corazón reconoce que son muy dulces, con proporciones muy femeninas y nos da consejos apropiados para ellos, siempre trabajando desde la luz, no desde el contorneado. “Dado que son óvalos que suelen tener los pómulos prominentes, lo ideal es no llevar la carga de color demasiado frontal en la zona de las mejillas”, apunta.

El primer paso es siempre conseguir una piel unificada y corregida y recurrir al bronceado, colorete e iluminador: “que se centre en las zonas laterales y sienes y se pierda en el centro del rostro, de esta manera no aportamos más volumen a la zona frontal”. En cuanto a los ojos, no hay nada escrito, la intensidad depende de lo que la novia desee, pero puede haber sombras, explica, que aporten calidez y profundidad, “acordes a su estación colorimétrica”, y pestañas con las que ganar armonía. “Los labios han de ganar carnosidad y protagonismo, pues el óvalo corazón se afina en el mentón. Al ganar labio, ganamos volumen y equilibramos el conjunto”, concluye.

ROSTROS REDONDOS

Por su parte, la maquilladora sevillana Patricia Franco coincide en buscar un equilibrio en los volúmenes del rostro con el fin de conseguir un maquillaje armonioso. “En principio cuando me encuentro con un rostro más redondeado, mi primera intención no es afinarlo, ya que desde mi punto de vista ofrece un aspecto más juvenil, lo que sí es verdad es que existen unos pequeños trucos para hacer un rostro ópticamente más anguloso o al menos no potenciar aún más esa redondez”, indica. Aportar luminosidad en la zona T, oscurecer los laterales bajo los pómulos y la zona de la mandíbula con un subtono grisáceo son dos de sus consejos para este tipo de facciones. “Este efecto se consigue también aplicando la base de maquillaje en distintos tonos según la zona. El truco está en difuminar muy bien y que se funda con la piel, evitando cortes y que parezcan volúmenes de nuestro propio rostro”, defiende.

Sobre cómo aplicar el colorete, recomienda que se haga de forma ascendente hacia la sien y en lo relativo a los ojos, aconseja un ahumado que lo almendre, enmarcado en una ceja angulosa, definida y alargada: “será nuestro mejor aliado”. Si se desea aplicar iluminador, concluye, mejor semimate, que no brille.

ROSTROS DIAMANTE

Los tonos claros son también muy importantes en la propuesta de Julia Hidalgo para rostros con forma de diamante, que se caracterizan por tener la frente estrecha y la mandíbula muy afilada. “Me gusta resaltar con el iluminador, que recomiendo que sea un corrector o base que tenga un tono menos del tono que habitualmente la novia utiliza en su piel”, nos cuenta. En su caso, apuesta por los polvos de sol en el punto más alto de la frente, despejando los laterales y renuncia, al mismo tiempo, a dar oscuridad a la barbilla.

“Aprovecharía para resaltar las cejas y llevarlas hasta la sien y daría luz justo encima de ellas y justo debajo”, explica. En cuanto al colorete, la maquilladora huye de la aplicación en diagonal sobre el pómulo, en favor de una más horizontal, que recoja el tabique nasal y dé ese efecto jugoso y «besado por el sol» que tanto equilibrio aporta al rostro.

ROSTROS OVALADOS

El trabajo de Álvaro Talayero es más que conocido desde hace años, pero ha sido Belén Corsini quien este año lo ha traído a la esfera mediática al elegirlo en 2021 para su boda. En concreto, el maquillaje para rostros ovalados es el más universal de todos y así lo demuestra la propuesta del experto. “Para cualquier tipo de rostro, siempre imaginamos un lienzo en blanco el cual tenemos que empezar a armonizar. Embellecer cualquier rostro es crear volúmenes con tonos claros y oscuros”. Dibujar el número 3 es su primer y más práctico consejo: “Iluminamos la zona T con tono claro y contorneamos de sienes a pómulo y seguimos hasta el mentón”. Y continúa con el paso a paso: “Una vez preparada la base y perfilado el contorno, empezamos a dar volumen en las mejillas con tono rosado e iluminador en zona de pómulo, nariz, pico de labio superior y barbilla, en función a cada rostro”.

Además, reconoce que ahumar el párpado móvil en tonos tierras es una de sus grandes pasiones. Posteriormente, difumina una raya en un tono más oscuro con el fin de dar espesor a la pestaña: “Las pestañas con mucha máscara waterproof para abrir bien el ojo y así potenciar la mirada”. La guinda del pastel la pone un labio con gloss, previamente perfilado y difuminado en un tono similar al natural.

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