Todos los errores que debes evitar si celebras una boda íntima

Basta con echar la vista atrás hacia los últimos meses, para ser consciente de que la organización de bodas íntimas ha sido y es el gran fenómeno del momento. Mónica, una de nuestras novias virales, contaba lo que había supuesto renunciar a un enlace multitudinario en favor de uno de aforo reducido. “Lo más especial para nosotros fue pasar un día mágico con nuestras familias. Solamente éramos 12, pero, como pasa en todas las bodas, no tienes tiempo de nada ni de comer, con nervios, tienes que estar por todo el mundo y dejas un poco de lado a tus padres abuelos y hermanos… En cambio, celebrarlo como lo hemos hecho nos ha dado la oportunidad de disfrutar de este día tan especial”, reconocía. Sin embargo, con la proliferación de este tipo de eventos, son muchos los novios que incurren en errores que podrían evitarse con la previsión y los consejos apropiados.

Pasar de hacer una ceremonia con cientos de invitados a hacerla con contados y privilegiados asistentes no es sencillo de coordinar. Tampoco lo es plantear desde el principio un ‘sí, quiero’ casi secreto, con pocos nombres en la lista. En ocasiones se entiende que para organizar un enlace pequeño y uno muy grande se deben seguir los mismos pasos, pero, aunque son similares, hay marcadas diferencias y para ello hemos recopilado las experiencias y consejos de profesionales que pueden ayudar a evitar meteduras de pata durante el proceso.

HACERLO POR IMPOSICIÓN

La situación sanitaria ha obligado a un gran número de parejas a posponer su gran día o darse el ‘sí, quiero’ en fechas que no tenían contempladas. El hacerlo en las circunstancias actuales implica renunciar a parte del aforo que se presuponía en los enlaces más grandes y esto puede generar frustración en algunos novios. Si bien los hay que apuestan por celebrar cuanto antes su boda, a pesar de las limitaciones, otros la han movido para meses (incluso años) después. Recomiendan los expertos que ambos protagonistas del día vayan a la par y que, si se celebra con limitaciones, sea porque los dos verdaderamente lo desean y no por imposiciones incómodas. Pues es entonces cuando una situación que se plantea como inolvidable se convierte precisamente en un día difícil.

ORGANIZARLO SOLOS

Precisamente complicado ha sido y será para muchos novios organizar una boda, sea del tipo que sea, especialmente si es en estos tiempos. Los enlaces íntimos, aunque suelen contar con menos invitados, requieren de prácticamente el mismo número de proveedores, por lo que toda ayuda es buena y si, especialmente, llega de las manos de un profesional, se agradece el doble. Organizar solos el enlace, simplemente porque al ser más pequeño, parece más fácil, es incurrir en un error.

Siempre que la pareja se lo pueda permitir, conviene disponer de este apoyo. “La mayor ventaja de este trabajo es que los novios se despreocupan y se centran en ellos, sin agobios innecesarios que les hagan olvidar lo verdaderamente importante”, contaba Mila’s Weddings. Porque recordemos lo que le sucedió a Valle, que se casó el pasado septiembre de 2020, después de algún cambio de fecha: “No tuve una wedding planner porque mis hermanas se habían casado hace muy poquito y ya conocía a los proveedores”. Sin embargo, admitió que echó de menos el servicio, “sobre todo en los últimos meses con todo lo sucedido, porque nada estaba claro y había que estar pendiente de los cambios”.

RIGIDEZ EN LA DISPOSICIÓN DE LAS MESAS

Más allá del debate de las wedding planners, existe un concepto que no se puede pasar por alto y es el hecho de que, especialmente en enlaces íntimos, existe mayor cercanía e informalidad en el trato con los asistentes, por lo que es más fácil que los invitados se dejen llevar por la emoción y no sigan las normas marcadas por los novios. Conviene, por tanto, no caer en la frustración y ser flexible en la disposición de las mesas.

OLVIDAR LOS PUNTOS MUERTOS

El hecho de que sean pocos invitados, puede llevar a la pareja a olvidarse de un detalle de vital importancia: los puntos muertos. Entre plato y plato o en diferentes transiciones entre momentos de la boda pueden producirse situaciones de silencio, incomodidades y aburrimiento entre los invitados, como sucedería en una reunión familiar. Para evitar este tipo de escenas, mejor contar con el tradicional cronograma, que emplean las wedding planners, para que nunca falte algo que hacer.

RENUNCIAR A UN GRAN ESPACIO QUE TE HAYA ENAMORADO

En relación con esto último, el espacio que se escoja puede parecer algo desangelado si no se decora adecuadamente. Sin embargo, también es un error pensar que, por tratarse de una celebración con menos asistentes, los novios deben renunciar a esa localización, pensada para muchos más invitados, porque no es apropiada para ello. Resuenan en este sentido las palabras     que nos concedía Javier Sastre, del Monasterio de Lupiana: “Hemos tenido desde una boda en la que eran 12 invitados hasta algunas con 500. Por ello, independientemente de la situación actual, ha sido normal estos años que parejas hayan contemplado nuestro espacio para su boda, a pesar de ser pocos invitados”.

DEJAR DE LADO LA PERSONALIZACIÓN

Por otro lado, una boda de estas características permite que la pareja se conceda ciertas licencias, mayor naturalidad e informalidad y un ambiente más distendido, pero no conviene olvidar que a los invitados hay que cuidarlos. Existen muchas formas de agradecer a los asistentes que acompañen a los novios en este día y, precisamente por el tipo de enlace, es posible dedicar algo más de mimo a esos detalles, que pueden hasta personalizarse para sorprenderlos. “En este tipo de bodas los detalles se cuidan mucho más y aunque el resultado final suele ser más asequible, el gasto por invitado puede ser mayor”.

¿DESTINATION WEDDING?

Por último y como opción a considerar, las weddigns planners dan la opción, en estos casos, de celebrar una boda de destino. Teniendo en cuenta que el número de invitados es menor y las facilidades para hacer una celebración totalmente a medida son, por tanto, mayores, volar a otro país o región puede ser una experiencia inolvidable para novios y asistentes.“Que todo el grupo de invitados se aloje en el mismo venue o muy cerca en la zona permite compartir tres días de fiesta: nosotros preparamos una tarde noche más relajada e informal, el día de la boda y un brunch de despedida al día siguiente”, relataba a ¡HOLA! Novias Sira Antequera, ¡de Sí! Quiero. Por lo que, no conviene renunciar a un viaje con familia y amigos, pero siempre debemos realizar un listado completo con el que estimar todas las partidas a las que vamos a tener que destinar nuestro presupuesto.

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