Olvida eso de ‘es una vez en la vida: guía para organizar tu segunda boda

A las bodas se les atribuye cierto carácter inédito, único y exclusivo del que cuesta separarlas. Nadie piensa en novias que se casan por segunda vez cuando hablamos de cuestiones nupciales. Generalmente, nos imaginamos a una mujer joven, que dará el sí, quiero por primera vez y cuyo compromiso durará para siempre. Sin embargo, la realidad es muy distinta. El incremento en el número de divorcios de los últimos años ha ido acompañado por un aumento de la celebración segundas nupcias. Pero, si cada vez es más común la composición de matrimonios con personas que ya se casaron con anterioridad, ¿por qué siguen, de algún modo, invisibilizadas dentro de la industria nupcial?

Para saber qué suelen buscar estas parejas, cuáles son sus prioridades a la hora de celebrar su boda y los consejos prácticos que se adaptan a las necesidades más comunes.

LA GRAN DIFERENCIA CON LOS NOVIOS PRIMERIZOS: TIENEN MUCHO MÁS CLARO LO QUE QUIEREN

Eva Iglesias es wedding planner y, basándose en su experiencia, asegura que hay un elemento común en todas las novias que se casan por segunda vez: tienen muy claro lo que quieren y, sobre todo, lo que no. “Escuchamos mucho la frase esto ya lo hice en primera boda, no quiero hacerlo en esta. Casi como si ya hubieran hecho tick en lo obligatorio y ahora pudieran centrarse en lo que de verdad quieren”.

Así, los errores del pasado juegan un papel fundamental a la hora de decidir los detalles del evento. Aunque el hecho de que suelan ser personas de mayor edad y con las ideas más claras también determina las celebraciones. “Se dejan de invitados por compromiso, se olvidan de lo que se suele hacer en las bodas, o de poner solomillo para comer porque le gusta a todo el mundo y son realmente más auténticas. Las parejas que se casan por segunda vez hacen bodas mucho más personales”, asegura la experta.

En este sentido, la independencia que las parejas muestran con respecto a la opinión de sus familiares y su círculo cercano también se refleja en el tipo de celebración. “Cuando se casan por primera vez, las bodas suelen estar compartidas, de algún modo, con padres, familiares y amigos cercanos.  Incluso los novios con muchísima personalidad y gustos muy definidos suelen tener que ceder más porque, para sus familias, también es la primera boda de sus hijos y tienen mucha ilusión puesta en ello”, explica Eva Iglesias, incidiendo en cómo las segundas nupcias suelen reflejar mejor los verdaderos deseos y gustos de los protagonistas.

BODAS IGUAL DE ESPECIALES, PERO CON MENOS ANTELACIÓN

En cuanto a la antelación con la que preparan el evento, también se aprecian ciertas diferencias con respecto a las parejas que se casan por primera vez. “Suelen organizar la boda con menos antelación, generalmente. Y no por eso le dan menos importancia. Pero tienen más claro lo que quieren y saben que su boda ideal no necesita un año para prepararse. Lo que importa no es que vaya el mayor número de personas posibles, sino que vayan las realmente importantes y saben que esos amigos asistirán incluso si les avisan con tres meses”, explica Iglesias.

LOS NIÑOS, FUNDAMENTALES A LA HORA DE DETERMINAR EL TIPO DE BODA

Los gustos, deseos y aspiraciones de cada pareja determinarán la estética y el tipo de boda, que puede variar en función de múltiples factores. Pero la fundadora de Bodas Colorín sí asegura que hay un elemento con mucha influencia a la hora de elegir el tipo de boda. “Si se casan por segunda vez, pero es una boda sin niños, las parejas suelen optar por grandes fiestas, generalmente en sitios en el centro de la ciudad, de noche, y dando mucha importancia al DJ, la iluminación, y la fiesta. Tienen ganas de celebrar, bailar y reír”, asegura la wedding planner.

Por el contrario, cuando se trata de parejas con niños, las bodas suelen ser más familiares, en entornos campestres y naturales y donde los más pequeños juegan un papel fundamental.  Los niños viven las bodas de sus padres con muchísima emoción. “A mí, como wedding planner, me encanta verles cuando ven a su madre por primera vez vestida de novia. Sus caras son geniales. Además, siempre suelen tener su espacio en la boda, su zona de amigos, cuidadores y juegos. Todos los padres quieren que sus hijos sientan que son especiales en la boda y creamos siempre una especie de miniboda para ellos”, explica Eva Iglesias.

LOS TIPS PARA UNA SEGUNDA BODA INFORMAL (Y PERFECTA)

En definitiva, las personas que se casan por segunda vez cuentan con una mayor seguridad y claridad en la toma de decisiones y, como consecuencia, estas bodas suelen ser más íntimas e informales. Pero, dentro de ese marco, ¿qué elementos la convertirán en la celebración perfecta? Eva Iglesias comparte sus consejos para este tipo de eventos: “Yo optaría siempre por algo más desenfadado, con un menú tipo cóctel con puestos de comida, en el que los invitados puedan elegir qué comer, qué beber y por dónde moverse. Con mesas de distintos formatos: redondas, cuadradas, bajas y altas, chill outs, de madera vista o con materiales desnudos sin mantel. Sin chaqués ni etiquetas muy formales. Todo más personal, más íntimo y menos encorsetado”

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