Apuntan los estilistas, personal shoppers y expertos en moda en general, que los accesorios en un look nupcial tienen la misma importancia que el vestido. Si el diseño o conjunto en cuestión es el gran protagonista en el estilismo, los complementos tienen la capacidad de que el resultado se perciba más o menos cercano a la estética del momento, es decir, con mayor o menor elegancia según la moda. Podría afirmarse entonces que piezas tan importantes como las joyas de novia pueden transformar por completo la manera de percibir una prenda y que con ellas la futura esposa podrá verse más favorecida si cabe, pues las propuestas adecuadas dan luz al rostro. Entre las creaciones de joyería que convencen a las prometidas más modernas, destacan las dos grandes tendencias de la temporada: los collares y pulseras tipo riviere y las criollas o aretes de diamantes.
JOYAS ATEMPORALES
Pulseras, gargantillas y collares repletos de diamantes del mismo tamaño, talla, color y pureza conforman los diseños riviere más buscados de estos próximos meses. El nombre de estas piezas se debe a las luces de la Riviera Francesa, pues este estilo está inspirado en ellas y en sus vistas al caer la noche. Compuestas por diamantes y oro blanco o platino en su versión original, en el mercado también existen creaciones de este tipo más atrevidas y poco comunes, realizadas con piedras preciosas, pero siempre elaboradas con dos tipos de engaste: en grapas o en bisel. Tradicionalmente fueron creados para llevarse a dúo, como conjunto de brazalete y collar, y en las temporadas más recientes se han popularizado entre las novias, tanto en pack como en solitario, gracias a la proliferación de dos fenómenos: el auge de lo vintage y el éxito del minimalismo en el universo nupcial.
Ambos fenómenos han motivado que firmas como Ansorena, Rabat, Cartier, Recarlo, Suarez o Bulgari coincidan en apostar por rivieres y criollas muy especiales y sofisticadas. Si bien algunas novias cuentan con estas propuestas en su joyero personal, por herencia familiar, otras prefieren hacerlas a medida para la ocasión en talleres de prestigio o adquirir una de la mano de expertos. En cualquiera de los tres escenarios, estos diseños son un acierto seguro, atemporal, que se podrá reutilizar en otros eventos y fiestas sin miedo a que pasen de moda. Por ello son los accesorios perfectos para las más clásicas.
“RIVIERES” MUY FAVORECEDORAS
Poco antes de empezar 2021, Ansorena, una de las joyerías y casas de subastas de referencia en Madrid, presentaba su nueva colección para las novias que este año quisieran añadir una pieza de ensueño y aires retro a su joyero para el gran día. Los diamantes y el ónix son los materiales destacados de esta campaña, en la que se mezclan diseños de su colección permanente y nuevas creaciones inspiradas en sus bocetos años 30. Es precisamente en el marco de esta colección como se populariza su gargantilla riviere de influencias años 50, una propuesta digna de las mejores actrices del viejo Hollywood y las grandes alfombras rojas.
Del mismo modo que dicta la tendencia, en Rabat también disponen de diferentes secciones en su web en las que destacan las rivieres. Su formato pulsera está realizado en oro blanco y cuenta con 52 diamantes talla brillante, mientras que su propuesta a modo de collar presume de unos elegantes diamantes en degradé, que harán las delicias de las amantes de escotes pronunciados. Un efecto similar podría encontrarse en la propuesta de Bulgari. Bautizado como Collar Corona, este diseño está ideado con oro blanco de 18 quilates junto a diamantes redondos también de talla brillante. La pieza esconde una historia muy inspiradora detrás, que da sentido a su título. Así lo explica la firma en su página web: “En las antiguas bodas romanas, la novia lucía un vestido blanco, un velo naranja y una delicada guirnalda de flores en el cabello. Esta espléndida inspiración se refleja en el diseño del collar Corona: los pétalos de una flor o las regias puntas de una corona parecen constituir el engaste de los diamantes talla brillante. Una joya para celebrar los mejores momentos de la vida, que deslumbra con el fulgor del amor y auténtica pasión italiana”.
CRIOLLAS, LOS PENDIENTES MÁS VERSÁTILES
Al igual que sucede con las rivieres, las criollas son una solución elegante y versátil que favorece a todo tipo de rostros femeninos. Su historia se remonta a mediados del siglo XVI hasta el XIX, cuando este tipo de pendientes con forma redondeada (algo más anchos que el clásico arete) eran el complemento más popular entre marinos, pescadores, piratas y mercantes, que se hacían a la mar y buscaban sobrevivir. Aunque la leyenda en torno a este accesorio es extensa, podemos confirmar que hoy es más que habitual en el joyero de las novias, por su capacidad de ser reutilizado en multitud de looks más allá del día del enlace y ante diferentes circunstancias.
Conocedores de todas sus ventajas, en Recarlo apuestan por la versión más tradicional (aunque renovada) de la criolla, con sus pendientes de aro, realizados con diamantes talla brillante de 18 quilates, que se encuentran dentro de la colección Anniversary de la casa italiana. Una composición similar destaca en los pendientes de la colección Grace de Suarez, con piedras de primera calidad seleccionadas en su lugar de origen y un diseño algo más ancho que el de un arete clásico. Cartier se suma al listado de firmas que han incorporado estos accesorios a su catálogo en 2021. Su modelo Étincelle de Cartier MP actualiza el concepto de las criollas con un diseño algo más industrial y un tamaño mini. Realizados con oro blanco de 18 quilates, cada uno de estos aros lleva engastados 19 diamantes talla brillante.
Con estas composiciones tan delicadas como impresionantes, son muchas las novias que imaginan las joyas de su enlace en clave minimalista para esta temporada, con criollas y rivieres muy elegantes. Para hacerse con piezas de este tipo, la mejor oportunidad llega en la pedida, cuando, en una celebración reducida, el novio o los padres de este se animan a hacer un detalle a la protagonista del gran día, un regalo que pueda lucir en su boda y tiempo después. Aunque la costumbre habla del anillo de compromiso oficial, cada vez son más las familias que se animan a obsequiar a la novia con otras joyas preciosas que sean ese ‘algo nuevo’ del look nupcial.
