LAS DAMAS DE HONOR
Originalmente se les dijo a las damas de honor que se vistieran de manera similar a la novia para confundir a los ex novios o espíritus malignos, pues se considera que estos son fáciles de engañar.
En el Imperio Romano, las damas de honor acompañaban a una novia si ella tenía que viajar a otra ciudad o pueblo donde vivía el novio. Se pensaba que este grupo más grande mantenía a la novia a salvo de los ataques de ladrones o secuestradores.
EL ACOMPAÑANTE DEL NOVIO
En algunas culturas, los hombres «se roban» a sus novias, en muchos casos porque la familia se opone al enlace.
Originalmente, el acompañante debía ser un hombre fuerte y con habilidades en la lucha, ya que se le pedía que ayudara al novio a combatir a cualquiera que se opusiera a que la novia fuera secuestrada. El mejor hombre se colocaría junto al novio para asegurarse de que la novia no intentara escapar durante la ceremonia de la boda.